El duelo entre Bella Vista y Ñuñorco, en el estadio “Las Palmeras”, era clave para definir la clasificación a semifinales de la Copa Tucumán. Por eso, el agónico triunfo del “gaucho” desató la locura local. Pero también, de una forma distinta, de los visitantes.
El tanto de Bella Vista llegó gracias a un penal convertido por Aníbal Paz, luego de una fuerte infracción de Juan Maldonado sobre Nahuel Herrera. El jugador de Bella Vista recibió un planchazo en la cara, y por el golpe debió abandonar el campo en camilla, y ser trasladado al hospital de la ciudad. “El golpe fue en la coronilla, me maree muchísimo. Se me acalambraron las manos y la cara. En el hospital me dijeron que tengo un hematoma, y tengo que ir lunes o martes a hacerme una tomografía”, le reveló Herrera a LA GACETA.
Pese al fuerte golpe que recibió Herrera, en Ñuñorco no quedaron conformes con la decisión arbitral de cobrar penal. Antes de la ejecución de Paz, reclamaron por varios minutos, y tras el final del partido, explotaron. Ante los reclamos, Juan Sotelo, árbitro del partido, expulsó a Maldonado y a Gabriel Silva, arquero del “tigre” monterizo, fueron expulsados por agresión verbal, y a Nahuel Zenteno por, presuntamente, haberle propinado un golpe de puño.
La cuestión no quedó ahí. Tras el final del partido, y luego de que Ñuñorco abandonara el estadio, las autoridades de Bella Vista se dieron con que parte del vestuario había sido destruido.
Nuevo escándalo en la Copa Tucumán, donde ahora deberá tomar cartas en el asunto el Tribunal de Disciplina, por el informe arbitral.